Esperar es una de las disciplinas más difíciles que los cristianos son llamados a practicar. Esto es particularmente cierto cuando lo que desea el corazón está al alcance, y estamos seguros de que Dios está a punto de bendecirnos. Pero Él tiene siempre una razón determinada para pedirnos que esperemos, aunque no podamos discernir Su propósito durante meses e incluso años. Aunque difícil, la espera es fundamental para tener una vida cristiana victoriosa de obediencia y de bendiciones. Una de las razones por la que los creyentes se salen de la voluntad de Dios y, en consecuencia, dejan su compañerismo, es el exceso de empeño por actuar por sí solos, sin recibir dirección divina. A veces cometemos este error tratando de hacer algo que creemos agradará al Señor. Pero la manera de agradar a nuestro Padre celestial, es obedeciendo las exhortaciones que nos hace la Biblia de que esperemos. Sin embargo, es posible confundir la espera con la inactividad. Pero el esperar nuevas instrucciones de Dios exige la firme decisión de no actuar hasta que Él nos dé una dirección clara. Su plan para nuestra vida no requiere de ninguna suposición de nuestra parte; Él nos dirá qué hacer en el momento adecuado; por eso debemos estar en oración y en la Palabra para recibir Sus instrucciones. Sus planes están interconectados: lo que hagamos afectará a otros y también a nosotros mismos. Esperar es difícil. No queremos esperar cuando nuestra inclinación natural nos dice: ?Aprovecha ahora antes de que se te escape?. Pero los creyentes sabios esperan hasta que Dios les hable.
Salmos 27:13-14
Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová.
Si tuviera que darle una definición a la palabra ESPERA diría lo siguiente: Etapa de preparación. El esperar, es difícil, sin embargo es la etapa de nuestras vidas que Dios utiliza para hacer cosas que en otros tiempos no haría (claro EL en su omnisciencia conoce cuales hacer y no hacer), a continuación unas cuantas cosas de las que el Señor puede hacer:
Quita de nuestra todo lo que ocupe su lugar (padre, madre, hijos, empleo, carro, casa, novio(a), etc.)
Nos disciplina
Moldea nuestro corazón (exterioriza lo oculto)
Quebranta nuestro orgullo
Nos da gozo durante la espera
Nos alienta, nos esfuerza, nos restaura a través de su palabra
Nos enseña y nos prepara para que seamos buenos administradores de lo que tenemos,
Nos prepara para recibir las bendiciones que esperamos, con el fin de que seamos buenos administradores de las mismas
Entre otras mas............. Amados la voluntad de Dios para con nosotros es buena, agradable y perfecta; Dios quiere que anhelemos tener intimidad con EL pues su presencia es el lugar en donde encontraremos la revelación de Dios a nuestras vidas; Clama a mi y yo te responderé y te enseñaré grandes y ocultas cosas que tu no conoces Jer. 33:3. La actitud que tengamos es de importancia en esta etapa, pues ella determinará cuan larga puede ser nuestra espera; ya que a Dios le tomará el doble del tiempo para bendecirnos (es decir, deberá tratar primero nuestra actitud y luego hacer lo que deba hacer durante la espera). Mientras esperamos tenemos la opción de buscar las cosas de arriba y no las de la tierra (servir al Señor) con corazón sincero. Cuando nos encargamos de las cosas de Dios EL se encarga de las nuestras. Todo lo que Dios hace en nuestras vidas es para su gloria y honra de su nombre.
Esperemos el cumplimiento de la voluntad de Dios en nuestras vidas, pues sus planes sobrepasan nuestras expectativas y siempre serán los mejores.
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