LEVANTA BANDERA
Mateo 5:43-48 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. (44) Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; (45) para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. (46) Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?
Mateo 5:43-48 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. (44) Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; (45) para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. (46) Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?
Que bendición! cuando podemos experimentar la libertad de amar, ciertamente se siente gozo cuando plantamos la bandera del amor de DIOS en nuestro corazón.
Y es que en ocasiones decimos “perdonar” a alguien que nos ha hecho daño, vamos donde DIOS y le decimos “Dios lo perdono”, algunas veces damos un segundo paso y vamos con el hermano a decirle que le perdonamos, pero de ahí no pasamos; sin embargo la palabra además de que perdonemos nos da otras pautas con relación a estas personas: Amarlos, bendecirlos, hacerles bien y orar por ellos. No basta con perdonar!
Amigo, ahí esta nuestra oportunidad de mostrar amor, porque no debemos pagar con lo que creemos que el otro merece, sino que debemos actuar como Cristo lo haría. Cuando alguien nos ha dañado es la gran puerta para mostrar el fruto de amor de DIOS en nosotros. Y esto no es un punto opcional, sino que es algo que debemos alcanzar, buscar cumplir con diligencia para poder vencer al mal.
Romanos 12:20-21 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. (21) No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
No paremos de hacer el bien, pues esto agrada a DIOS, ¿que beneficio tiene tratar bien al que nos trata bien? Amado amigo, es tiempo de comenzar a practicar estos principios que nos llegan a un mejor crecimiento espiritual, pues no podemos engañarnos a nosotros mismos siendo solo oidores y no hacedores de la palabra.
Debemos tener en cuenta que muchas veces somos nosotros los que herimos, ofendemos o calumniamos… Pero el amor al prójimo consiste en que ocupemos el lugar del hermano y tratemos al otro como quisiéramos ser tratados… que tengamos misericordia como DIOS la tiene de nosotros, sabiendo que muchas veces las malas acciones de los demás y las mismas nuestras son una consecuencia de cosas que nos ha ocurrido en nuestro pasado y de que una vez fuimos heridos también… nada viene sin una causa.
Por eso si estas pasando por un momento difícil y sientes que no puedes perdonar, hacer bien, bendecir y orar por esa persona que te ha herido tan profundamente, es tiempo de tomar la determinación de comenzar a vivir este principio; talvez te duele demasiado lo que te hicieron, y sientes que no puedes por mas que intentas, es normal esto, pero sabes te tengo una buena noticia! Nuestro Señor Jesucristo esta presto a ayudarnos, El ve nuestra debilidad porque el experimentó en carne propia heridas mas profundas, fue vendido por uno que mojaba el pan en su plato, abandonado por los que juraron siempre estar a su lado, herido por nuestros pecados y molido por nuestras rebeliones… sin embargo el nos amó por encima de que muchas veces lo menospreciamos… Claro que El nos entiende! Por eso podemos acudir confiadamente a su lado, sabiendo que en su bendita presencia encontraremos la solución a todo.
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